Nada Te Faltará —

“Jehová es mi pastor; nada me faltará.”         Salmos 23.1

La Biblia dice ~ “Jehová es mi pastor; nada me faltará” (Salmos 23.1). La idea de que Dios no desea bendecir a Sus hijos con prosperidad material y económica es absolutamente bazar y ridículo. Quienes se oponen al hecho de que Dios desea bendecir a Sus hijos con prosperidad se oponen abiertamente a Dios y a Su palabra, y solo demuestran que no saben nada de la Biblia. Todos los padres fundadores apostólicos del cristianismo durante los últimos 2000 años, incluidos San Agustín, Martin Luther y John Wesley, etc., sin excepción; están de acuerdo en que Dios bendice a Sus hijos con prosperidad material y espiritual. Desde el comienzo de la creación, las intenciones de Dios son claras y expuestas. En el primer capítulo de la Biblia, se ve a Dios trabajando y creando todo el universo. Tan pronto como se completa el trabajo de crear la tierra y el cosmos, Dios inmediatamente le da todo al hombre. ~ “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra” (Génesis 1.26). Es importante enfatizar aquí que el Libro del Génesis no es parte de la Ley de Moisés. Además, toda la Biblia, todos los sesenta y seis libros que comprenden la Biblia, enseñan el hecho de que Dios prospera a todos Sus hijos que lo buscan y lo sirven por “la abundancia de todas las cosas”. El libro de Deuteronomio declara abiertamente que Dios desea que sus hijos le sirvan con gozo y alegría ~ “…POR LA ABUNDANCIA DE TODAS LAS COSES” (Deuteronomio 28.47). La idea de que Dios quiere que su pueblo viva en carencia o en necesidad es absurda y está en contradicción directa con toda la palabra de Dios, lo que indica miles de veces el deseo de Dios de que sus hijos reine sobre todas las cosas que ha creado. ~ “Pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, O el hijo del hombre, para que le visites? Le hiciste un poco menor que los ángeles, Le coronaste de gloria y de honra, Y le pusiste sobre las obras de tus manos; Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas” (Hebreos 2.6-8). Los argumentos presentados para apoyar la teoría de que Dios no prospera a su pueblo son simplistas y sin fundamento bíblico. Los que defienden estas falsas doctrinas solo demuestran su ignorancia de las Escrituras y su oposición a Dios y su palabra. No faltan — la Biblia dice que Dios dió¹ su unigénito Hijo a sufrir y morir en la cruz para que el Padre pueda dar “todas² las cosas” a Sus hijos. En el libro de Romanos, leemos ~ “El [Dios] que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8.32). Dice que Dios ‘lo entregó [a Jesús] por todos nosotros³ para que nos diera con él todas las cosas.’ Dios se ha tomado muchas molestias y ha pagado un gran precio para poder dar todo libremente a sus hijos. Cómo debe hacerle daño que vea a sus hijos sufriendo la falta de las cosas que ya ha dado solo porque nunca han aprendido cómo a recibir lo que es suyo, lo que ya se ha comprado y pagado con la sangre preciosa de Jesús. El primer paso para recibir de Dios es ‘saber’ lo que se ha dado. Uno no puede tener fe para recibir algo hasta que lo que se da ha sido plenamente revelado. Para asegurarnos de que sabemos con certeza todas las cosas que son nuestras, El padre no ha hecho otra cosa que comisionar al Espíritu Santo. En Primera de Corintios es escrito ~ “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” (1Corintios 2.12). En esto tenemos una base sólida sobre la cual se puede construir una gran fe, porque el Padre ha revelado las cosas que nos han sido dadas por dos grandes testigos — 1) la palabra escrita de Dios y 2) el Espíritu Santo.

Notas

1. Juan 3.16
2. Romanos 8.32
3. Salmos 23.1

Instrucciones: Lea atentamente y elija la mejor respuesta para cada pregunta.